Ficha Técnica:
- Autor: Sandro Botticelli.
- Cronología: Años 1482-1484.
- Estilo: Renacimiento.
- Ubicación: Galeria Uffizi, Florencia. Italia.
- Observaciones: Pintura al temple sobre lienzo con unas dimensiones de 278,5 cm × 172,5 cm.
Contextualización:
Tradicionalmente se ha creído que esta obra, como La primavera, fue encargada por Lorenzo di Pierfrancesco de Médici, primo de Lorenzo el Magnífico, para adornar la Villa di Castello, en la campiña florentina. La idea parte de que fue allí donde las contempló Giorgio Vasari años después. Estudios recientes indican otra cosa: La primavera se pintó para la casa de Lorenzo en la ciudad de Florencia y El nacimiento de Venus fue un encargo de otra persona para un lugar diferente. Por lo tanto, no se conoce la fecha exacta de su composición, ni tampoco el comitente para el cual fue ejecutado. Actualmente se considera que debió pintarse entre 1482 y 1484; en cualquier caso, después de la estancia romana de Botticelli.
Solo está documentado por Botticelli que Venus fue interpretada por Simonetta Cattaneo, llamada Simonetta Vespucci o simplemente «la bella Simonetta», una musa florentina elegida por los Medici. Estos documentos de pictografía indican que para el año 1499 ambos estaban instalados en Castello, entonces propiedad de esta rama secundaria de los Médicis.
Comentario artístico e iconográfico:
Las fuentes literarias de esta obra son Las metamorfosis de Ovidio y Angelo Poliziano. Además, existía en la Florencia de la época el recuerdo de una pintura legendaria del griego Apeles, titulada precisamente Nacimiento de Venus y que Poliziano describe en una poesía.
Según cuenta la leyenda, Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Saturno y luego arrojados al mar. El título de la obra no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican, como Chipre, Pafos o Citerea. La diosa es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores.
Desde los tiempos de la Roma clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y de tales dimensiones. El desnudo femenino, considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recupera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad. Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual sino que, con su postura y sus facciones finas, se acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo. Venus sustituye a la Virgen, expresando una fascinación hacia la mitología, común a muchos artistas del Renacimiento.
Una ninfa espera a la diosa en la playa para cubrirla con un manto rojo con motivos florales. Se trata, específicamente, de Primavera. Lleva un traje floreado; es blanco y está bordado de acianos. Un cinturón de rosas rodea su cintura y en el cuello luce una elegante guirnalda de mirto, planta sagrada de Venus y símbolo del amor eterno. Entre sus pies florece una anémona azul.
El momento que representa el artista es la llegada de la diosa tras su nacimiento a la isla de Citera, empujada por el viento como describe el poeta Homero, que sirvió de fuente literaria para la obra de Botticelli como ya decíamos antes. Venus aparece en el centro de la composición sobre una enorme concha, donde sus largos cabellos rubios cubren sus partes intimas mientras que con su brazo derecho trata de taparse el pecho, repitiendo una postura típica de las estatuas romanas de las Venus púdicas. La figura blanquecina se acompaña de Céfiro, el dios del viento, junto a Aura, la diosa de la brisa, enlazados ambos personajes en un estrecho abrazo. En la zona terrestre encontramos a una de las Horas, la diosa de las estaciones, en concreto de la primavera, ya que lleva su manto decorado con motivos florales. La Hora espera a la diosa para arroparla con su manto también floreado: las rosas caen junto a Venus ya que la tradición dice que surgieron con ella. Técnicamente, Botticelli ha conseguido una figura magnifica aunque el modelado es algo duro, reforzando los contornos con una linea oscura, como si se tratara de una estatua clásica. De esta manera el artista toma como referencia la antiguedad a la hora de realizar sus trabajos. Los ropajes se pegan a los cuerpos, destacando todos y cada uno de los pliegues y los detalles. El resultad es sensacional pero las pinturas de Botticelli parecen algo frias e incluso primitivas.
Curiosidades:
Para concluir nuestra entrada os dejamos un video para contemplar la magestuosa obra de Botticelli, esperamos que os haya gustado, gracias.
Para concluir nuestra entrada os dejamos un video para contemplar la magestuosa obra de Botticelli, esperamos que os haya gustado, gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario